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Edvard Munch, el arte de diseccionar almas

Actualizado: 27 mar 2023

A lo largo de la historia pintores como da Vinci o Miguel Ángel trataban de entender la anatomía humana y diseccionar sus partes. A través de sus obras, Munch intentó hacer lo mismo, pero con el alma.



Edvard Munch (12 de diciembre de 1863 – 23 de enero de 1944) fue un pintor y grabador noruego. En sus pinturas, trató temas como la soledad, la enfermedad, la muerte y el amor.

Fue un artista rompedor que dejó a un lado la pintura tradicional para explorar en lo subjetivo y en lo existencialista, tratando de centrarse en el lado más sutil del alma. Es considerado el principal representante del expresionismo.


"Mi arte se basa en una única reflexión: ¿por qué no soy como los demás?"- Munch

Cuando tenía  cinco años, su madre murió de tuberculosis, lo que causó grandes cambios en las dinámicas familiares. Su padre, para lidiar con el dolor por la pérdida de su esposa se convirtió en un fanático religioso e impuso normas muy estrictas en el hogar. Además, en esta época se consideraba que la tuberculosis era una enfermedad hereditaria y entre los hermanos vivieron con miedo y ansiedad por saber quién lo habría heredado.

Cuando Munch tenía trece años, su hermana favorita también murió de tuberculosis.  Las muertes de estas dos personas tan cercanas afectaron profundamente a su visión del mundo. Desarrolló un carácter conflictivo y maniático que sería la base de su capacidad artística.


La niña enferma, 1885–86. La versión original. Nasjonalgalleriet, Oslo.


Además del miedo a la tuberculosis, en la familia de Munch existía un largo historial de enfermedades mentales como ansiedad, depresión y trastorno bipolar entre otras.


Durante su adolescencia, a pesar de las críticas de su padre, Munch comenzó a interesarse en el arte como medio para aprender sobre las emociones humanas. Debido al rechazo por parte de su padre, se mudó a Copenhague para estudiar arte. Allí, se relacionó con otros artistas modernistas. A lo largo de su carrera, también pasó tiempo en París, donde conoció el trabajo de los impresionistas y post impresionistas, quienes le inspiraron y animaron a exponer sus obras.


Sus primeras exposiciones no fueron bien recibidas debido a la exposición de temas tabú para la época como la muerte, la ansiedad y la enfermedad. De hecho, cuando realizó su obra El Grito, los médicos recomendaron que ninguna mujer embarazada visitara la exposición. Sin embargo, a pesar de que tuvo muchas críticas, también tuvo muchos admiradores, y esta obra fue la que le abriría las puertas del éxito.Los temas que trataba el artista eran tan polémicos que para algunas personas resultaban fascinantes y para otras horrorosos.


En 1888 Munch conoció a Tulla Larsen, y sus pinturas comenzaron a llenarse de amor y lujuria, aunque siempre con un toque trágico que representaba la relación inestable que entabló con Tulla Larsen. Ella le dijo a Munch que quería casarse con él a lo cual el artista respondió desapareciendo de la vida de la mujer durante un año. Fue durante esta época en la que el artista se refugió en el alcohol. Un año después se reencontraron y tuvieron una discusión tan fuerte que Munch fue disparado por la mujer, por lo que perdió uno de sus dedos.



Se internó en un sanatorio mental debido a su alcoholismo. Allí comenzó a desarrollar hábitos más saludables a la par que iba ganando reconocimiento por museos. En los años posteriores, Munch continuó trabajando en una variedad de estilos y temas, aunque nunca fueron tan profundos como los del inicio de su carrera.


Su obra se ha vuelto cada vez más reconocida y ha sido expuesta en galerías y museos de todo el mundo. Munch murió en 1944 a la edad de 80 años. Su obra sigue siendo una fuente de inspiración para los artistas contemporáneos y se considera uno de los principales contribuyentes a la pintura moderna.







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