Esteban Vicente (1903-2001) fue un destacado pintor y escultor español del siglo XX, conocido por su obra abstracta y su estilo personal e innovador. Se fue a Estados Unidos en 1936 huyendo de la guerra civil en España, y en la actualidad, es más (re)conocido en Estados Unidos que, en su propio país.
Vicente nació el 20 de enero de 1903 en Turégano, Segovia, España. A la edad de 15 años, se trasladó a Madrid para estudiar en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, donde recibió una formación tradicional en pintura figurativa. En 1929, viajó a París y conoció a algunos de los artistas más influyentes del momento, como Pablo Picasso y Joan Miró. También se interesó en el movimiento de la abstracción, que estaba en pleno apogeo en ese momento.
Esteban Vicente se trasladó a Nueva York, donde trabajó como profesor en la Universidad de Columbia. Allí se involucró en el mundo artístico neoyorquino, donde conoció a artistas como Jackson Pollock y Willem de Kooning.
La obra de Vicente se caracteriza por su estilo personal y su exploración de la abstracción. El color es fundamental en la obra de Esteban Vicente. A través de él nos muestra el sentimiento y la belleza de la vida, las claves de la humanidad y la naturaleza. La pincelada de Esteban Vicente es densa y marcada, y sus colores, opacos, adquieren un sinfín de tonalidades. Durante su estancia en Nueva York, se unió al movimiento del expresionismo abstracto, y su trabajo evolucionó hacia la exploración de la luz, el color y la textura.
“Para mí la pintura tiene que ser austera y, de alguna manera, pobre, pobre en recursos. No me gusta la pintura lujosa. Cuando miramos hacia atrás, a la pintura del Renacimiento italiano o a Rubens, especialmente a Rubens, tan suntuoso. No me gusta eso. Por pobre entiendo limitada, parca, exigua. Soy verdaderamente muy anti-barroco”.
En la década de 1970, Esteban Vicente comenzó a explorar la escultura, y creó una serie de obras en las que combinó materiales como el metal y la madera para crear formas abstractas y orgánicas. También trabajó en collages y dibujos, y su obra siempre estuvo marcada por su sensibilidad y su estilo personal.
Vicente regresó a España en 1955 y se estableció en Segovia, donde continuó pintando y exponiendo su obra. En 1988, se trasladó de nuevo a Nueva York (Long Island), donde murió en 2001 a la edad de 98 años.
Esteban Vicente fue un artista influyente en el mundo del arte abstracto y del expresionismo abstracto. Su obra ha sido expuesta en todo el mundo y se encuentra en importantes colecciones de museos, como el Museo de Arte Moderno de Nueva York y
el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía de Madrid. Además, su legado se mantiene vivo a través de la Fundación Esteban Vicente, creada en 1998 en Segovia, España, para preservar y promover su obra. La fundación organiza exposiciones y eventos, y también otorga becas y premios para artistas jóvenes.
La influencia de Esteban Vicente en el mundo del arte ha sido destacada por muchos expertos. Su estilo personal y su exploración de la abstracción, la luz y el color han inspirado a generaciones de artistas y han dejado una marca importante en la historia del arte. Además, su capacidad para evolucionar y experimentar con diferentes técnicas y materiales a lo largo de su carrera es un ejemplo para los artistas jóvenes que buscan desarrollar su propio estilo.